El desgaste del estado democrático ha provocado una creciente desconfianza en el rendimiento de las instituciones públicas y administrativas, de los partidos políticos y de sus representantes. Esto supone una fuerte desafección hacia el ámbito de la política e invita a la recuperación del espíritu original del proyecto democrático. No es suficiente el modelo tradicional de democracia representativa –participando en las convocatorias electorales periódicas y delegando únicamente en las personas representantes públicas la gestión de las políticas públicas–; al contrario, es necesario recuperar un modelo de democracia que busca el acercamiento de la ciudadanía a la toma de decisiones, la rendición de cuentas efectiva por parte de las personas que gobiernan y una coparticipación ciudadana en las decisiones ampliando el componente dialéctico, de codecisión y cogestión. El objetivo es aproximarse a una democracia fuerte, a un modelo de gobernanza participativa que cada vez cobra más importancia en los estados modernos.
¿Qué opina sobre esta afirmación?
¿Cómo debería orientarse un sistema de gobernanza participativa?
¿Qué ejes estratégicos debería considerar un gobierno para establecer un modelo de gobernanza participativa?
¿Qué mecanismos echa en falta en en gobierno autonómico para reforzar la cultura participativa?
La participación ciudadana es crucial para el futuro de la democracia, ya que refuerza la legitimidad y representatividad de las decisiones públicas. Los modelos tradicionales de democracia representativa han quedado obsoletos, y es necesario aprovechar la tecnología para fomentar una participación más activa y una retroalimentación directa entre gobernantes y ciudadanos, lo que permitiría decisiones más inclusivas y alineadas con las necesidades de la población. Sin embargo, esto demanda una regulación adecuada y una concienciación cívica que debe comenzar en la educación, para que los ciudadanos se sientan cercanos y corresponsables de las políticas. La desafección hacia la democracia representativa se ha intensificado, ya que muchos sienten que sus opiniones no son consideradas en la elaboración de políticas.
Está claro que hay que caminar hacia ello.. Pero en mi opinión, hoy en día los procesos participativos que desde la administración se pueden poner en marcha, son contados y para decisiones puntuales y que sean muy sencillas. La cantidad de recursos, humanos y materiales, que hay que destinar para que el proceso participativo sea verdaderamente útil es tan elevada que actualmente hace inviable que se pueda llevar a cabo si se quiere hacer bien y que no sea una chapuza. Otro aspecto que me preocupa mucho es el sesgo que se produce por la falta de disponibilidad de tiempo, preparación y conocimientos de los ciudadanos. Resumiendo, actualmente opino que son muy pocos y escogidos los asuntos en los que podemos participar la ciudadania.
La participación ciudadana es fundamental para el futuro de los sistemas democráticos, ya que fortalece la legitimidad y la representatividad de las decisiones públicas. Los modelos tradicionales de democracia representativa, creo que se han quedado cortos, por eso se debe hacer uso del acceso a la tecnología para que los ciudadanos participen de manera más activa y se produzca retroalimentación más directa entre gobernantes y ciudadanos, favoreciendo decisiones más inclusivas y alineadas con las necesidades reales de la población. Sin embargo todo ello requiere una regulación y consciencia civíca que ha de comenzar por la educación para que sea verdaderamente efectiva y que los ciudadanos se sientan próximos y corresponsables con las políticas que se hacen.
La participación ciudadana debe ser el futuro para alcanzar cotas democracia más altas, sobre todo ahora, ya que vivimos una etapa de debilidad en cuanto a participación en los asuntos públicos. Y lo más preocupante es que esta debilidad se aprecia en las nuevas generaciones. Debemos aunar esfuerzos con el fin de conseguir resultados en este sentido.
Bajo mi punto de vista la ciudadanía tiene una gran desafección por la democracia representativa porque en los últimos años sienten que no se les tiene en cuenta, las políticas se han llevado a cabo y todavía se llevan a cabo sin tener en cuenta la opinión de las personas. Si desde las administraciones públicas y los gobiernos se empieza a trabajar en otra dirección, una en la que se tenga en cuenta a la ciudadanía, que se escuchen sus propuestas y se adapten las políticas públicas en la medida de lo posible a estas demandas, este proceso se puede revertir. Hace falta concienciación por parte de la clase política y mucha implicación por parte de las administraciones públicas para dar fuerza a estos procesos participativos que acerquen las políticas públicas a la realidad ciudadana.
La participación, por sí sola, no es suficiente para entender la dinámica de la democracia. Pero sin participación, la democracia no existiría. Una cosa son las modalidades que adopta, sus límites reales y las enormes expectativas que suelen acompañarla. Pero además de las formas de participación, es importante que los resultados obtenidos sean válidos y sirvan para una mejor gestión pública. Lo que es seguro es que la democracia requiere siempre de la participación ciudadana con el voto en las urnas y más allá de los votos.
Sí, la participación ciudadana además de dar su opinión en los temas que le interese, también es una herramienta de fiscalización de las políticas de gobierno
El sistema participatiu està afectat de base si no es responsabilitza als representants polítics de la seua necessitat i voluntat de treballar. Si no es donen directius clares i des de les persones dirigents no hi ha voluntat política, ñes un sistema mort des del naixement.
Primero habría que cambiar el actual Sistema de Democracia que tenemos. Estamos ante una DEMOCRACIA REPRESENTATIVA, en la cual no se puede aplicar lo que opina el pueblo si no es a través del art.87.3 de nuestra CE. "La Constitución prevé la participación de los ciudadanos en el proceso de producción normativa, configurando al pueblo, mediante la presentación de 500 000 firmas, como sujeto de la iniciativa legislativa. Este reconocimiento constitucional de la iniciativa legislativa popular permite, de un lado, instrumentar la directa participación del titular de la soberanía en la tarea de elaboración de las normas que rigen la vida de los ciudadanos, y posibilita, de otra parte, la apertura de vías para proponer al poder legislativo la aprobación de normas cuya necesidad es ampliamente sentida por el electorado. Por lo tanto, en la actualidad no cabe una DEMOCRACIA PARTICIPATIVA....sobre al hastío de la ciudadanía con la clase política= Gobierno Autocrático de Sánchez.