La salud de nuestros hijos y alumnos está por encima de cualquier interés económico. No podemos venderlos a las tecnológicas. Su aprendizaje y su desarrollo es la base para construir un futuro. Y muchas familias están luchando contra entidades muy poderosas con intereses que no son pedagógicos, sino puramente económicos.

En el momento en que hay evidencias de efectos negativos de las pantallas sobre la salud, es responsabilidad de Conselleria actuar y proteger a los menores de inmediato y sin medias tintas. Ceder esa responsabilidad a los centros sería dejadez de funciones. El interés superior del menor debe prevalecer por encima de otros intereses y derechos, como el de las escuelas a elegir su modelo pedagógico o el de las titularidades a monetizar la venta de dispositivos.

Vuelta de libros de papel en todas las etapas. No podemos seguir experimentando con nuestros hijos. Los datos científicos son claros y contundentes

A pesar de la infinidad de estudios que señalan una correlación clara e indiscutible entre la sobreexposición a pantallas y el empeoramiento de la salud mental, la felicidad y las competencias de nuestros hijos, seguimos fomentando la introducción masiva de pantallas en la escuela.
Cuanto antes revirtamos esta locura de "digitalización plena" de mentes básicamente analógicas, antes revertiremos las consecuencias negativas que está teniendo en la salud de nuestros hijos.
Que nuestos hijos aprendan como mejor se aprende, cara a cara con el maestro/a y apoyándose en libros físicos. Los experimentos, con gaseosa.

Me gustaría que volviesen exclusivamente los libros en papel. Primero por fomentar la lectura que no sea a través de medios digitales, segundo para evitar distracciones innecesarias tanto en el aula como al hacer los deberes en casa Y COMO MÁS IMPORTANTE evitar que el alumnado haga uso de estas tecnologías para visionar pornografía u otros contenidos no apropiados para su edad, ya que estos dispositivos no los podemos controlar los padres como otros dispositivos

No hay tiempo que perder

Volvamos a los libros en papel, está científicamente demostrado que la sustitución de estos por tecnología digital está suponiendo graves problemas para el alumnado.

Propuesta necesaria. Las familias necesitamos ayuda para poder parar la digitalización tan agresiva en las aulas donde los niños, en algunos casos, desde los 9 años, llevan dispositivos para estudiar. Necesitamos ayuda de las instituciones para regular esto y que no depende de cada centro educativo.

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Per amor a esta generació dic SÍ al paper!