- Acogimiento residencial: Continuar apostando por la configuración de centros residenciales de tamaño reducido.
- Hogares o residencias específicos para problemas de conducta: El perfil de menor de edad con trastorno de conducta no está bien definido actualmente. Imprescindible apostar por la formación de profesionales sobre estas nuevas realidades (chicas víctimas de explotación, niños y niñas con discapacidad) para mejorar la atención incluyendo medidas de desescalada y habilidades en resolución de conflictos (excepcionalidad de las medidas de contención).
- Cese de las medidas y reunificación familiar: El objetivo del sistema de protección siempre debería ser el retorno con la familia de origen: resulta imprescindible afianzar y detallar esta cuestión como elemento clave de la acción protectora.
- Transiciones de entorno: Asegurar el acompañamiento del niño, niña y adolescente desde un sentido de continuidad, con información adaptada sobre las causas del cambio y enlazando entre entorno de salida y llegada.
- Regulación de las estancias, visitas y comunicaciones de las personas protegidas: Analizar posibles riesgos (LOPIVI).
- Delegación de guarda para fines de semana y estancias vacacionales: Analizar posibles riesgos (LOPIVI).
- Ejercicio de la acción protectora y plan de protección: Introducir deber de comunicación cualificado del personal que trabaje en centros de protección a la infancia ante el conocimiento de una posible situación de violencia (artículo 16 LOPIVI). Todos los centros de protección tienen que contar con protocolos de actuación que identifiquen claramente las actuaciones que deben seguirse para la prevención, detección precoz, e intervención frente a posibles situaciones de violencia (artículo 53 LOPIVI).
- Grupos de hermanos y hermanos protegidos: Evaluación formal del interés superior de cada hermano o hermana, caso a caso: personas con discapacidad, diferencia amplia de edad…
- Procedimiento para declarar el desamparo: Mejorar las herramientas para poder valorar con mayor precisión situaciones de desprotección y desamparo. Con manuales claros y detallados que faciliten la toma de decisión.
- Procedimiento para asumir la guarda voluntaria: Tener en cuenta las perversiones del sistema y el uso que pueden realizar de esta figura ciertas familias de bajo nivel socioeconómico (aparcamiento).
- Desamparo de urgencia: Reforzar las condiciones de los centros de primera acogida, y asegurar que no se vulneran los derechos a información adaptada y al buen trato.
- Acogimiento residencial: Continuar apostando por la configuración de centros residenciales de tamaño reducido.
- Hogares o residencias específicos para problemas de conducta: El perfil de menor de edad con trastorno de conducta no está bien definido actualmente. Imprescindible apostar por la formación de profesionales sobre estas nuevas realidades (chicas víctimas de explotación, niños y niñas con discapacidad) para mejorar la atención incluyendo medidas de desescalada y habilidades en resolución de conflictos (excepcionalidad de las medidas de contención).
- Cese de las medidas y reunificación familiar: El objetivo del sistema de protección siempre debería ser el retorno con la familia de origen: resulta imprescindible afianzar y detallar esta cuestión como elemento clave de la acción protectora.
- Transiciones de entorno: Asegurar el acompañamiento del niño, niña y adolescente desde un sentido de continuidad, con información adaptada sobre las causas del cambio y enlazando entre entorno de salida y llegada.
- Regulación de las estancias, visitas y comunicaciones de las personas protegidas: Analizar posibles riesgos (LOPIVI).
- Delegación de guarda para fines de semana y estancias vacacionales: Analizar posibles riesgos (LOPIVI).
- Ejercicio de la acción protectora y plan de protección: Introducir deber de comunicación cualificado del personal que trabaje en centros de protección a la infancia ante el conocimiento de una posible situación de violencia (artículo 16 LOPIVI). Todos los centros de protección tienen que contar con protocolos de actuación que identifiquen claramente las actuaciones que deben seguirse para la prevención, detección precoz, e intervención frente a posibles situaciones de violencia (artículo 53 LOPIVI).
- Grupos de hermanos y hermanos protegidos: Evaluación formal del interés superior de cada hermano o hermana, caso a caso: personas con discapacidad, diferencia amplia de edad…
- Procedimiento para declarar el desamparo: Mejorar las herramientas para poder valorar con mayor precisión situaciones de desprotección y desamparo. Con manuales claros y detallados que faciliten la toma de decisión.
- Procedimiento para asumir la guarda voluntaria: Tener en cuenta las perversiones del sistema y el uso que pueden realizar de esta figura ciertas familias de bajo nivel socioeconómico (aparcamiento).
- Desamparo de urgencia: Reforzar las condiciones de los centros de primera acogida, y asegurar que no se vulneran los derechos a información adaptada y al buen trato.
Hay que trabajar mucho la prevención. Potenciar los acogimientos familiares frente a los residenciales.